miércoles, 8 de julio de 2009

ENFERMEDADES


Problemas en semillas, plántulas y raíces
A veces, las semillas de maíz no son aptas para la siembra por su limitado porcentaje de germinación, o porque se pudren prematuramente en el suelo. La falla más frecuente se deriva de la mala preparación y deficiente almacenamiento de la semilla. Esto ocurre cuando los granos son cosechados o almacenados con un grado de humedad demasiado alto. Bajo esas condiciones, el embrión y el escutelo presentan una coloración parda más o menos oscura, por invasión de hongos, como Aspergillus spp. y, en especial, A. flavus y A. niger , que son los más frecuentes. Ambos invaden el embrión y causan la muerte del mismo, antes o al momento de la germinación. Así mismo, se han encontrado en los granos Nigrospora oryzae, Fusarium moniliforme, Diplodia maydis, Penicillium spp. y Aspergillus spp.
Para evitar el desarrollo de los hongos, cuyas esporas o micelios han infestado la mazorca en el campo, hay que reducir el grado de humedad a un 12% y almacenar la semilla en mazorcas (en galpones ventilados) o en grano (en cavas refrigeradas entre 15 a 18ºC y 40 a 45% de humedad relativa).
De otro lado, las raicillas de las plántulas pueden ser atacadas por microorganismos existentes en el suelo. En este caso, el daño está directamente relacionado con las condiciones ambientales adversas, que retardan la germinación y por ende, alargan el tiempo de exposición a los hongos del suelo. Las lluvias persistentes, los períodos fríos (el "suelo frío", como dicen los agricultores), una sequía prolongada, un terreno mal preparado o que forma costras en la superficie, son los principales factores adversos.
Las raíces pueden presentar lesiones más o menos amplias, con manchas de color castaño claro o rojizas, que al final se vuelven negruzcas. El aparato radical puede ser parcial o totalmente destruido, con el consiguiente desarrollo limitado de la planta. (Fig. 1, A).
Los hongos más frecuentes en esas lesiones radicales son: Pythium arrhenomanes, P. aphanidermatum, P. ultimun, Fusarium moniliforme, F. roseum, Macrophomina phaseolina y Rhizoctonia solani. Estos organismos se han observado en el tallito y en las hojas primarias, causando una especie de "tizón" de las plántulas.
A veces, el problema se hace más grave por la acción de nemátodos de los géneros Pratylenchus spp., Trichodorus spp., Belonolaimus spp., Dolichodorus spp., Hoplolaimus spp., Helicotylenchus spp., u otros, los cuales causan lesiones en las raíces, que debilitan a las plantas y facilitan la entrada de patógenos.
Combate
Además de las prácticas ya mencionadas, relativas a la preparación adecuada de la semilla, existe el tratamiento con agroquímicos. La aplicación de un producto que a la vez desinfeste el grano, estimule la germinación y proteja a la semilla en el suelo, es sin duda una práctica recomendable, especialmente cuando se presentan las condiciones adversas que atrasan la germinación. Sin embargo, en varios experimentos se ha observado que el porcentaje de germinación y el vigor de la plántula no difiere sensiblemente entre las parcelas tratadas y el testigo, si las condiciones de suelo, temperatura y humedad son favorables a la germinación.

Enfermedades del tallo, mazorcas y granos
El tallo del maíz puede ser afectado por varias anomalías, sobre todo de origen fungoso. Entre ellas, las más importantes son:
a. Podredumbre del tallo por Pythium
Esta enfermedad es frecuente en las siembras comerciales de maíz, especialmente en las regiones cálidas de los Llanos Occidentales (Cojedes y Portuguesa) y otras regiones, y en el Sur del Lago de Maracaibo (Zulia), especialmente en siembras aporcadas o cultivadas mecánicamente. Ocurre en forma epifitótica cuando se presentan largos períodos de altas temperaturas y elevada humedad ambiental. Las siembras invadidas con maleza muy densa, donde la circulación del aire es deficiente, son las más afectadas.
En Venezuela la enfermedad ha sido descrita por Pontis (1950). En 1995, se presentó un severo ataque de esta enfermedad en Sabaneta, estado Barinas, afectando a diferentes cultivares híbridos de maíz (comunicación personal L.J. Subero).
El síntoma más característico es un estrangulamiento que se presenta en el tallo, entre el primero y segundo entrenudo. El estrangulamiento abarca una porción de unos 10 a 30 cm. de largo. En su comienzo, se presenta como una mancha de color pardo claro o pardo grisáceo, de aspecto húmedo brillante, con bordes indefinidos, que progresa irregularmente en el tallo, hacia abajo o hacia arriba. Seguidamente, la zona enferma se presenta hundida, algo blanda, de aspecto húmedo, mientras el tallo se agrieta longitudinalmente y se contrae por pudrición de la médula. Finalmente, el tallo se estrangula y se dobla en la zona afectada. (Fig. 1, B)
Es fácil detectarla por el alto número de plantas caídas, que aparecen atravesadas entre las hileras. Por lo general, la planta no se seca, sino que, una vez en el suelo, permanece verde, doblando su ápice hacia arriba, con la emisión de raíces adventicias que nacen de los nudos en contacto con el suelo. En los años 1995 y 1996, debido a las lluvias abundantes, la enfermedad se presentó en forma severa, causando la podredumbre en entrenudos a diferentes alturas del tallo. (Fig. 1, C).
Esta enfermedad es causada por el hongo Pythium aphanidermatum (= P. gracile y P. butleri), hongo muy polífago que ataca a un gran número de plantas, entre ellas: lechosa o papaya, pepino, remolacha, piña, pimentón, auyama, tomate, caraota y otras. Este patógeno es un habitante del suelo, el cual actúa cuando se presentan las condiciones de alta temperatura (entre 30 y 38ºC o más) por un período prolongado (unos 9 ó 10 días) y alta humedad del suelo, debido a lluvias abundantes y continuas. En medio de cultivo de agar papa glucosado, la temperatura óptima para su crecimiento está alrededor de los 34ºC, pudiéndose desarrollar hasta 46º, única especie del género en hacerlo. Este comportamiento puede explicar el hecho de que, aunque se ha señalado en varios países, el hongo haya causado verdaderas epifitotias solamente en áreas cálidas. (CLARA SOLARTE : C:I 14.237.430
Las plantas son atacadas en cualquier estado de vida, especialmente cuando están en pleno desarrollo, lozanas, con tallos turgentes, como ocurre frecuentemente antes de la floración. El hongo vive en el suelo y se pone en contacto con el huésped en la región más susceptible, por salpicaduras de las lluvias o cuando se aporcan las plantas.
En las áreas afectadas del tallo, es frecuente notar un micelio blanquecino, algodonoso, el cual, visto al microscopio, se presenta continuo, de anchura irregular, grueso, toruloso, rico en gotas de aceite, con abundante producción de esporangios. Estos son redondeados, ligeramente ovalados, germinan produciendo un tubo que forma en su extremidad una vesícula evanescente, en la cual se forman las zoosporas biflageladas. La mayoría de las variedades de maíz sembradas en escala comercial se han visto atacadas por la enfermedad, difiriendo muy poco en cuanto a susceptibilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario